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El valor añadido de la auditoría para las entidades sin fines lucrativos
Uno de los requisitos que deben cumplir las entidades sin fines lucrativos (fundaciones, asociaciones declaradas de interés público, organizaciones no gubernamentales y federaciones que persigan fines de interés general) es la rendición de cuentas.
Para ello son de aplicación, además de las normas que ordenan su personalidad jurídica, aquellas reguladoras de la adaptación sectorial contable para las entidades sin fines lucrativos. La auditoría, como proceso de revisión y verificación de las cuentas anuales y otros estados financieros o documentos contables, elaborados con arreglo al marco normativo de información financiera mencionado, puede aportar una serie de ventajas a dicha obligación.
La primera de ellas es la comunicación con los responsables del gobierno de la entidad. El proceso de auditoría asegura una comunicación recíproca y eficaz entre el auditor y los responsables del gobierno de la entidad. Esto permite la comprensión de los asuntos relacionados con la auditoría en su contexto y el desarrollo de una relación de trabajo constructiva.
Asimismo, facilita a los responsables del gobierno de la entidad el cumplimiento de su responsabilidad de supervisar el proceso de información financiera, reduciendo así los riesgos de incorrección material en los estados financieros. Además, también permite la consideración de las disposiciones legales y reglamentarias que regulan la actividad de las entidades sin fines lucrativos. Como parte del proceso de auditoría, el auditor conoce el marco normativo aplicable a la entidad y al sector en el que opera, así como el modo en que la misma cumple con éste. Asimismo, la aplicación de procedimientos específicos permite identificar incumplimientos o indicios de ello. En caso de hallarse, el auditor lo comunica a la dirección y a los responsables del gobierno de la entidad, evaluando su impacto en los estados financieros.
En tercer lugar, puede contribuir a reflexionar sobre la continuidad de la entidad. La capacidad de las entidades sin fines lucrativos para mantener y continuar sus actividades es especialmente relevante, dada su dedicación a fines de interés general. Partiendo de que sus estados financieros asumen esta hipótesis, el auditor está obligado a obtener evidencia sobre la misma, así como a valorar cualquier incertidumbre material que pudiese afectarles. El informe emitido por el auditor contiene, en todo caso, una referencia a esta responsabilidad, así como una indicación expresa al respecto si existiesen dudas sobre la continuidad de la entidad.
Y, por último, la auditoría resalta todos aquellos aspectos que, según el juicio profesional del auditor, han sido considerados como los riesgos de mayor significatividad en el proceso de auditoría. Su tratamiento se realiza en el contexto de la auditoría de cuentas anuales en su conjunto y no suponen la expresión de una opinión separada con respecto a las mismas. Su finalidad es mejorar el valor comunicativo del informe de auditoría, proporcionando información adicional a los usuarios, a quienes se facilita la comprensión de las cuestiones más relevantes que afectan a los estados financieros de la entidad.
En conclusión, someter las cuentas de una entidad sin fines lucrativos a auditoría trae consigo múltiples beneficios, derivados del examen independiente de la calidad de la información económica y financiera auditada, sobre la cual versa la opinión de auditoría emitida. Aunque no todas estas entidades están obligadas a ello, el valor añadido de esta prestación es indudable.