“EBITDA Ajustado” en Operadores locales de Telecomunicaciones

“EBITDA Ajustado” en Operadores locales de Telecomunicaciones

Inicio este artículo con un breve resumen de la evolución del mercado en estos últimos años, que viene marcada por la concentración que vivió el sector en los grandes operadores y finalizó en 2017 con la consolidación[1] de Euskaltel (compra R en 2015 y Telecable en 2017) y Grupo MASMÓVIL (Más Móvil, Yoigo, Pepephone y el operador de red fija Xtra Telecom). En este contexto, más del 90% del mercado móvil y fijo se encuentran en manos de cuatro empresas.

Actualmente, si bien existen rumores sobre un posible interés en la adquisición de Euskaltel, el fenómeno de concentración se está focalizando en los operadores locales, con el objetivo de reducir tanto sus costes de capital como operativos, alcanzando así mayores economías de escala y alcance.

En este proceso de concentración, el análisis a realizar por el comprador y sus asesores en el ámbito económico -financiero, vendrá muy determinado por cómo se fije la cuantificación del precio entre las partes. En cualquier caso, existen una serie de parámetros cuyo análisis y cálculo suele ser recurrente en la mayoría de transacciones. Nos referimos en este caso a uno de ellos, el EBITDA “Ajustado”. Como ya hemos mencionado en artículos anteriores, si bien se basan en la información contable, son “Non GAAP Financial Measures”, es decir, no están regulados por ninguna normativa contable. En consecuencia y, aunque existen ciertas prácticas habituales sobre las partidas que los componen, su composición en cada transacción es discrecional.

En concreto, para operadores locales de telecomunicaciones querríamos llamar la atención sobre algunas variables, que pueden tener un impacto relevante sobre el EBITDA:

  • Gastos asociados al despliegue, desarrollo y construcción de la red. Se puede dar el caso de que la Sociedad no esté activando total o parcialmente i) el trabajo realizado por terceros para el despliegue de la red, ii) los costes de mano de obra directa empleada en la instalación y iii) una imputación de costes indirectos necesarios para llevar a cabo la inversión. Todos estos conceptos están relacionados con el Capex de inversión que la Sociedad realiza para poder desarrollar su actividad, por lo que no se deben considerar como gasto del ejercicio y sí amortizarlos en función de la vida útil que les corresponda. En el caso de que la Sociedad no estuviera realizando bien su registro, se debería ajustar el gasto devengado en el ejercicio al EBITDA.
  • Puesta en marcha de las instalaciones (altas de clientes). Hemos visto casos en los que la Sociedad no se activa el coste de los trabajos realizados por personal propio y autónomos para la instalación de las altas. Según la Resolución de 1 de marzo de 2013 ICAC, este gasto sería activable al suponer gastos adicionales y directamente relacionados con la puesta en condiciones para su funcionamiento. Por tanto, al igual que en el punto anterior, en el caso de que la Sociedad no estuviera realizando bien su registro se debería ajustar el gasto devengado en el ejercicio al EBITDA.

Las dos situaciones anteriores se podrían dar a la inversa, es decir, podríamos encontrarnos con un exceso de activación, principalmente de horas empleadas por personal propio, con el objetivo de mejorar el EBITDA, por lo que se recomienda un análisis en profundidad de estos dos puntos.

  • Criterio de devengo de ingresos. Es habitual en el sector realizar la facturación y contabilización del ingreso a mes vencido. En un contexto de estabilidad de las ventas, no tendría un impacto relevante. Sin embargo, en un contexto de incremento de ventas mensual, la diferencia de facturación entre el mes de enero del año N y N-1 puede ser relevante.
  • Es un epígrafe a tener en cuenta, especialmente en empresas no auditadas. Sobre este tema recomendaríamos que, con base en la experiencia del comprador, se establezca un importe de existencias mínimo para el desarrollo de la actividad y se realice un inventario en el “closing”, para establecer un mecanismo de ajuste que permita ajustar el precio de venta acordado, por ejemplo, en el caso que la valoración del inventario fuera 5-10% inferior al importe mínimo establecido.

Recordad que puede haber otros aspectos y por ello, es muy importante apoyarse en un equipo profesional con experiencia, que ayude a afrontar la compra o la venta de la empresa con las mayores garantías y con el objetivo de obtener el mayor beneficio posible.

[1] Como este artículo pretende ser breve y centrarse en variables que pueden tener un impacto en el EBITDA “ajustado” de operadores de telecomunicaciones locales, no comentaremos los principales cambios que se han producido en el sector como consecuencia del desarrollo de la tecnología y del modelo regulatorio europeo.

Marcos Vidal