Inteligencia Artificial y Derecho: Abogados, ¿Los próximos profesionales en luchar por su supervivencia?
Dieter Zetsche, CEO de Daimler Benz Mercedes Benz, afirmó hace ya un tiempo que sus competidores ya no eran el resto de fabricantes de vehículos, sino Tesla, Google, Apple, Amazon, etc.
Dicho fenómeno no es ajeno al mundo del Derecho, y pensar que en la actualidad y en el futuro nuestra competencia es y serán sólo los despachos de abogados, es un error.
No podemos olvidar que hoy en día la mayor compañía de taxis en el mundo es Uber y no tiene un sólo coche, y la mayor empresa hotelera es Airbnb y no tiene inmueble alguno, ambas compañías son sólo un software, por lo que no es descabellado pensar, que en unos años el mayor despacho del mundo podría ser un software.
Elon Musk anuncia que el ser humano ya está a punto de producir inteligencia artificial capaz de eclipsar la inteligencia humana, inteligencia que es exponencialmente más avanzada de lo que nuestros cerebros humanos pueden llegar a comprender.
La “singularidad tecnológica” es precisamente el término empleado por los expertos para indicar el momento en que la inteligencia artificial superará a la inteligencia humana. Es decir, ya no se cuestiona que esto suceda sino cuándo sucederá y se calcula que será entre el 2029 y 2045 a más tardar.
Por lo tanto, con la “singularidad tecnológica”, todos los trabajos realizados por el hombre conocidos hasta ahora sufrirán una transformación radical y muchos puede llegar a desaparecer. No en vano, algunos expertos señalan que la verdadera amenaza de los taxistas no es Uber o Cabifay, sino los coches sin conductor.
Por ello, si los abogados no nos adaptamos rápido a los cambios producidos por la irrupción de la inteligencia artificial, podríamos ser los próximos profesionales en salir a la calle a protestar, para que la inteligencia artificial pague la cuota del colegio de abogados, seguridad social y el IRPF, en un intento desesperado de mantener nuestros puestos de trabajo y no desaparecer.
La irrupción de la inteligencia artificial en nuestro sector no es reciente, ya desde hace un tiempo, investigadores de la Universidad College de Londres, la Universidad de Pennsylvania y la Universidad de Sheffield han creado un software de inteligencia artificial capaz de ejercer como juez y cuyas sentencias coincidieron en un 80% con las emitidas previamente por sus homólogos humanos.
Asimismo, se ha creado el primer abogado de inteligencia artificial “ROSS” el cual ha sido fichado por el despacho estadounidense Baker & Hostelter. “ROSS” que ha sido diseñado partiendo de “WATSON” (sistema informático de inteligencia artificial desarrollado por IBM con una precisión del 90% cuando la precisión de los seres humanos es del 70%), puede responder de forma acertada a cada pregunta que se la haga, está al día de cualquier cambio que se produzca en la ley y, tiene la capacidad de aprender de la forma de trabajar del usuario.
En Europa, los grandes despachos se han sumado a éste cambio, un ejemplo de ello es “Margin Matrix”, que recoge los nuevos requisitos regulatorios que deben cumplir las entidades financieras a nivel contractual o “Kira Systemas”, software creado para gestionar las Due Diligence.
Por su parte, en Mazars Tax & Legal estamos trabajando en el desarrollo de una herramienta propia para la confección de demandadas y contestaciones de demandas en masa. Asimismo, hemos creado un equipo de profesionales para la implementación de la inteligencia artificial.
Como podemos observar, el mundo del Derecho está viviendo, sin que lo sepan muchos, una profunda transformación basada en el desarrollo de la inteligencia artificial.
Sin embargo, el acceso a la aplicación de tecnología en la prestación de servicios legales, tiene hoy en día dos importantes barreras. Por un lado, la mayoría de los profesionales del derecho desconocemos todavía muchas de las herramientas y servicios de la tecnología legal; nada sabemos sobre sus características, utilidades
y el impacto que puede tener en nuestra actividad. Por otro lado, el coste para acceder a estas herramientas o servicios es, por ahora, normalmente elevado.
En cuanto a la administración de justicia y el derecho procesal, debemos de partir que éste es básicamente un sistema de garantías procesales, que tiene como fin lograr la tutela judicial efectiva y que, en consecuencia, el proceso es básico y fundamentalmente, una propuesta de convivencia, cuyo objetivo es la paz, la seguridad y la justicia. Es decir, los modelos procesales son metodologías que hemos considerado útiles para resolver conflictos. Si ello es así, es evidente que la inteligencia artificial puede asumir perfectamente la gestión, el control y la decisión del modelo.
Hoy en día los expertos en Legal Tech parecen agruparse en dos grandes grupos. Por un lado, aquellos que consideran que nuestra profesión está en peligro de extinción por la irrupción de la inteligencia artificial y por el otro lado, aquellos que consideran que esto no pasará ya que las nuevas tecnologías sólo nos ayudarán a prestar un mejor servicio al considerar que la máquina nunca podrá sustituir por completo al ser humano en la administración de justicia y razonamiento jurídico cuando hay que tener en consideración no sólo datos objetivos sino la experiencia, los sentimientos, etc.
Ahora bien, con la revolución industrial el ser humano tuvo que convertirse prácticamente en máquina al realizar trabajos automáticos. Ello fue claramente expuesto por Charles Chaplin en su famosa película Tiempos Modernos. Sin embargo, la irrupción de la inteligencia artificial supone un nuevo reto para el ser humano como lo es el humanizarnos nuevamente, dejar de ser máquinas y dedicarnos nuevamente a las carreras humanitarias; auge que ya comienza de nuevo ser demandado en las grandes universidades como Harvard, donde por primera vez en muchos años la escuela de filosofía ha sufrido un incremento importante de matriculaciones.
En cuanto al mundo del derecho, si la máquina algún día sustituirá por completo al ser humano no lo podemos saber. Pero lo que sí sabemos es que, durante la historia de la humanidad, la justicia ha sido administrada por el ser humano y ésta se ha caracterizado por ser lenta, ineficiente e injusta y esto en el primer mundo, en el tercer mundo los problemas se duplican o triplican, por lo que darle la oportunidad a las máquinas no parece tan mala idea, pero es muy difícil que lo hagan.