Sostenibilidad: habilitando la tecnología
La Unidad de Inteligencia del The Economist preparó, en colaboración con Mazars, una serie de artículos que analizan la relación entre regulación, sostenibilidad y tecnología.
La gran convergencia y un impulso digital
El cambio podría llegar en forma de estandarización gradual en la tecnología y su relación con el reporting corporativo. Por ejemplo, tres cuartos de las 250 compañías globales de la lista Fortune que generan informes ESG han utilizado GRI, el estándar más dominante.
Con los cambios potenciales en los requisitos de la presentación de informes se están empezando a generar oportunidades para incluir soluciones digitales. Según Ioannou, profesor asociado de emprendimiento y estrategia en la London Business School, los softwares digitales de terceros podrían acelerar esta tendencia.
“Muchas empresas opinan que los informes de ESG son muy costosos, y la gran parte de ellas no están seguras del uso que tienen. Con algunos de los softwares emergentes, el esfuerzo y el coste se reducirá radicalmente ya que serán capaces de crear informes para diferentes estándares de sostenibilidad en muy poco tiempo” asegura Ioannou.
La nueva mira de oro: los datos públicos
La generación de datos públicos, que se encuentra en constante expansión, empezará a reforzar el actual nivel de reporting por parte de las empresas. Con la extracción de datos de miles de artículos, publicaciones en redes sociales e informes, así como con el uso del machine learning para darle sentido a los resultados, otros actores presentes en el mercado ya están facilitando, a los diferentes grupos de interés, una perspectiva más objetiva que la que comparten las empresas en sus comunicaciones.
Una mirada hacia el futuro
Aunque la capacidad para analizar y generar informes adecuadamente sobre sostenibilidad todavía se encuentra en debate y desarrollo, está claro que existen herramientas tecnológicas que podrían favorecer los procesos de este tipo de iniciativas, permitiendo a los responsables de sostenibilidad enfocarse más en el desarrollo de estrategias en vez de la medición de datos.
El contenido de este artículo se ha adaptado del estudio publicado por la Intelligence Unit del The Economist.