Día Internacional de los Bosques: la importancia de apostar por su sostenibilidad
El 21 de marzo, se celebra el Día Internacional de los Bosques y el tema elegido por la ONU para este año es “Bosques: consumo y producción sostenibles”. Desde Mazars, queremos sumarnos a esta iniciativa haciendo una reflexión sobre la importancia de la gestión sostenible de los bosques.
Desde el aire que respiramos a la madera que usamos, los bosques son de vital importancia para nuestra supervivencia y la del planeta. Los árboles nos proporcionan alimentos y aguas libres de bacterias, nos permiten producir infinidad de muebles, utensilios, ropa y medicinas, nos protegen de tormentas y contribuyen a la mitigación del cambio climático, permiten reemplazar materiales tan perjudiciales para el medio ambiente como el plástico y crean hábitats para múltiples formas de vida. Sin embargo, la deforestación sigue avanzando a un ritmo sin precedentes.
La gestión sostenible de los bosques
Los bosques nos brindan grandes beneficios, no solamente socioeconómicos, sino también medioambientales. De hecho, son grandes aliados en nuestra lucha por la crisis climática. En este sentido, según un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature, los bosques son capaces de absorber alrededor de 7.600 millones de toneladas de CO2e cada año. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) sostiene que el 25% de la población mundial depende de los bosques para su sustento y que albergan el 80% de la biodiversidad terrestre mundial.
Apostar por los bosques y su sostenibilidad implica luchar contra la deforestación y los incendios. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), se estima que el planeta ha perdido 420 millones de hectáreas de bosque debido a la conversión a otros usos de la tierra desde la década de los 90. Aunque las tasas de deforestación han disminuido con el tiempo, organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) advierten que, actualmente, los trópicos siguen perdiendo área forestal. Se calcula que, en 2020, los trópicos perdieron área forestal equivalente a treinta campos de fútbol de árboles cada minuto.
Ante estos datos, resulta de vital importancia promover una gestión sostenible de los bosques, explotando los recursos que ofrecen para satisfacer las necesidades de la sociedad de una forma responsable, que permita conservar y mantener los ecosistemas forestales en beneficio de las generaciones presentes y futuras. Entre las prácticas más habituales destacan la creación de áreas protegidas, la adopción de prácticas agrícolas como la agrosilvicultura, la reducción del desperdicio alimentario o la restauración de bosques acorde con el entorno.
En España, la nueva Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética pone de manifiesto la necesidad de invertir en los bosques por su función de almacén de carbono y la importancia de la bioconstrucción con materiales de mínima huella de carbono. Además, prevé el desarrollo de la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes y, en especial, el artículo 65, que regula los mecanismos y las condiciones para incentivar las externalidades positivas de los montes ordenados, para garantizar su operatividad.
Las certificaciones forestales
La certificación forestal garantiza que los productos adquiridos o consumidos, como la madera o el papel, provienen de superficies forestales gestionadas de forma sostenible. Actualmente, existen más de diez sellos ecológicos, si bien los dos más extendidos a nivel mundial son el del Consejo de Administración Forestal (FSC®) y el del Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal (PEFC®).
Según una encuesta elaborada por el Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal (o PEFC, por sus siglas en inglés) y ClicKoala, el 54% de los españoles creen que es importante saber si un producto respeta el medioambiente antes de comprarlo, y 3 de cada 4 están predispuestos a comprar productos certificados. Sin embargo, menos del 20% de los españoles reconocen las etiquetas de certificación de bosques sostenibles, mientras que en Europa la cifra se incrementa hasta el 55%.
Por lo tanto, los datos muestran que existe una consciencia social en torno a la preservación de los bosques y que los consumidores están dispuestos a contribuir a la reducción de su impacto sobre el medio ambiente a través del consumo de productos certificados. Esto implica que las empresas que cuentan con una certificación forestal pueden adquirir una ventaja competitiva sobre el resto de los proveedores en la cadena de valor, si bien parece necesario seguir trabajando desde una perspectiva pedagógica en incrementar la capacidad de los consumidores para reconocer e interpretar la información que proporcionan las etiquetas ambientales. Acontecimientos como el Día Internacional de los Bosques son una oportunidad para avanzar en esto.
Ventajas de la certificación
En este contexto, ¿cuáles son los beneficios para las empresas que apuestan por productos de origen forestal sostenible?
- Reduce las emisiones ocasionadas por la deforestación incontrolada y las de la propia empresa. Como hemos visto anteriormente, los bosques son grandes sumideros de carbono y realizan una función vital en la lucha contra el cambio climático. Apostar por bosques gestionados de forma sostenible es hacerlo por árboles que no se talan de forma indiscriminada y cuyos bosques no pierden su función de absorber las emisiones. A la vez, permite a las empresas reducir las emisiones derivadas de sus actividades al apostar por materiales forestales provenientes de una gestión controlada.
- Garantiza la conservación de los bosques. Los bosques aportan un gran valor socioeconómico, cultural y ambiental. Una explotación insostenible de los recursos forestales afecta negativamente a su salud, a los ciclos de vida de su biodiversidad y a su capacidad de alimentar a las comunidades. Garantizar la conservación de los bosques permite estabilizar el clima regional de la zona, reducir riesgos ante fenómenos climáticos extremos y proteger la salud de las comunidades locales y de la propia empresa, en caso de que sus operaciones estén localizadas en zonas de riesgo.
- Abre nuevas oportunidades de negocio y mejora la reputación. Hoy en día, los consumidores y las sociedades esperan que las empresas sean parte de la solución cuando se trata de cuestiones sociales y ambientales. La conservación y restauración de los bosques apoya a las empresas para que se conviertan en líderes en sostenibilidad, fortaleciendo su reputación y las relaciones con sus grupos de interés. A la vez, es más probable que el mercado invierta y opere con empresas que apuestan por la sostenibilidad y contribuyen a la preservación del medio ambiente.
- Contribuye a la protección de los derechos de los trabajadores. Apostar por la sostenibilidad de los bosques y de sus recursos permite garantizar el cumplimiento en el origen de las leyes que velan por los derechos de las personas que trabajan en la explotación de dichos bosques, asegurando el cumplimiento normativo y el respeto de los derechos humanos.
En conclusión, los bosques tienen en términos ambientales, sociales y económicos un gran valor que afecta de forma directa a la supervivencia de todo el planeta. Por ello, ante el avance de la deforestación, resulta imprescindible promover la gestión sostenible de los bosques para su conservación y las empresas tienen un papel clave en este desafío.
La certificación forestal representa un gran avance hacia la sostenibilidad y permite a las empresas mejorar su reputación y posicionamiento en la cadena de suministro, fortaleciendo las relaciones con sus clientes, proveedores de capital y demás grupos de interés y consolidando su compromiso con la preservación del planeta.