Regulación Bancaria: ¿Dónde estamos? ¿Existe un exceso de regulación?
La regulación bancaria es algo necesario para dotar de más transparencia y dar más confianza a los mercados financieros, máxime tras los escándalos financieros que hemos visto publicados en las últimas semanas en todos los periódicos. Pero, ¿hasta dónde debe llegar este proceso de regulación?
Algunos directivos de entidades financieras manifiestan su preocupación ante el elevado nivel regulatorio existente; el cada vez mayor número de entidades Fintech que operan en el mercado sin regulación; así como por la propia regulación que está por venir, lo que va a hacer difícil la viabilidad de algunas entidades por su posición de capital y liquidez necesaria para minimizar el riesgo de contagio y garantizar la estabilidad del mercado.
Las entidades van a tener que llevar a cabo un proyecto de transformación que, aunque no nos demos cuenta, ya han empezado a realizarse.
Hemos vivido en España un proceso de reestructuración bancaria que ha sido alabado por distintas fuentes, pero que en mi opinión empezó probablemente un poco tarde. Tras la crisis financiera del 2008/2009, se constató que las medidas regulatorias no eran las más adecuadas y claramente insuficientes los niveles de solvencia prestablecidos, con una supervisión, por parte del regulador, reactiva y no proactiva, siendo el enfoque de supervisión diferente en Europa para entidades con el mismo tamaño y perfil de riesgo.
Está claro que la Unión Europea Bancaria va encaminada a obtener los más altos estándares de capital y liquidez, con una supervisión más objetiva y de cooperación entre los distintos países.
Por tanto, la regulación a día de hoy responde mucho mejor a las necesidades actuales, dejando sobre la mesa el papel que debían de haber jugado las instituciones y su control financiero sobre el sistema.
Hemos vivido un aluvión de nueva regulación bancaria que en algunos casos todavía estamos digiriendo. No obstante, existe aún un calendario para próxima regulación bancaria hasta el ejercicio 2021. El gran volumen de modificaciones regulatorias requiere, en mi opinión, una revisión y planificación adecuada, ya que envuelve un gran número de recursos a las entidades y, por tanto, de coste, algo a lo que las entidades no se niegan, pero que empiezan a manifestar su preocupación ante los reducidos márgenes de negocio existentes dado los actuales tipos de interés negativos.
La pregunta que nos debemos hacer es si se ha llevado a la fecha la cuantificación del impacto real de las medidas ya tomadas, desde un punto de vista cuantitativo y cualitativo. No todo el mundo tiene una respuesta clara a esta pregunta, de donde subyace la necesidad probable de seguir acometiendo nuevas medidas y regulación, pero probablemente no a la misma velocidad que hasta ahora.