Sostenibilidad en la banca: el caso de HSBC en inversión sostenible

Sostenibilidad en la banca: el caso de HSBC en inversión sostenible

Si hablamos de la inversión sostenible y el sector bancario y, el informe “Tackling climate change: The role of banking regulation and supervision, que elaboramos conjuntamente con el Official Monetary and Financial Institutions Forum (OMFIF), analiza los desarrollos actuales y futuros en lalucha contra el cambio climático en el ámbito financiero a partir de la encuesta realizada a más de 33 bancos centrales (entre los que también se encuentra el Banco de España) y autoridades regulatorias a nivel internacional. Entre los datos obtenidos, destaca que el 70% de las entidades encuestadas ya considera el cambio climático como una gran amenaza para la estabilidad financiera, por lo que integrarán los riesgos climáticos en las prácticas supervisoras y los test de estrés en sus respectivos mercados.

A raíz de la publicación de este informe, en Mazars tuvimos la oportunidad de conversar con Zoë Knight, directora del Centro de Finanzas Sostenibles de HSBC, quien compartió su opinión sobre cómo este banco está ayudando a que sus clientes tengan una gestión eficiente de la inversión sostenible, además de asistirles para conseguir cero emisiones de carbono en el futuro y, también, garantizar que su transición hacia la sostenibilidad no se vea perjudicada por el greenwashing.

Y es que, la apuesta por la inversión sostenible ha crecido de manera constante durante la última década, especialmente a partir del Acuerdo de París en 2016, a través del cual se reafirmó el papel que tiene el sector financiero en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Según afirma Zoë Knight, para alcanzar los objetivos marcados por este acuerdo, las entidades financieras no pueden limitarse, únicamente, a apoyar la descarbonización del sistema energético, sino que deben involucrarse en todos los sectores. «Tenemos que trabajar con nuestros clientes para ayudarles a determinar cómo serán sus planes de descarbonización en el futuro. Si se trata de una empresa industrial, es posible que tenga que invertir en nuevos sistemas, como puede ser la captura y el almacenamiento de dióxido de carbono para aislar y reducir sus emisiones o construir nuevas redes de hidrógeno para cambiar los procesos en la industria”.

HSBC y su ambiciosa inversión sostenible

El banco HSBC es ambicioso en su visión puesto que se compromete a hacer una amplia inversión sostenible al destinar entre 750.000 y 1 billón de dólares a financiación en materia de sostenibilidad entre sus clientes. «Ofrecemos ayuda a los proveedores a través de préstamos vinculados a la sostenibilidad en los que el tipo de interés está directamente correlacionado con un KPI en relación a valores sostenibles. También hemos lanzado productos específicos, como los préstamos verdes, y los hemos aplicado a entidades más pequeñas. Esto ayuda a dar transparencia a los flujos financieros que apoyan la verdadera transición ecológica», explica Knight en cuanto al funcionamiento de la inversión sostenible en el mercado.

Sin embargo, Zoë Knight recuerda que las grandes empresas, que emiten elevados e importantes niveles de emisiones de carbono, no son los únicos agentes del mercado que necesitan una importante inversión sostenible. En este sentido, lascadenas de suministro globales se ven cada vez más señaladas, existe una demanda creciente de los accionistas, quienes han empezado a presionar para que las grandes empresas respondan sobre las emisiones que se producen en sus propias cadenas de suministro.

A pesar de los progresos, sigue existiendo cierta preocupación acerca de que las empresas se limiten a hacer greenwashing y oculten su verdadero impacto en el medio ambiente, algo que también ocurre en materia de sostenibilidad en España. Knight propone contrarrestarlo a través de la transparencia en el uso del capital, así, es “el sector financiero que se etiqueta como sostenible uno de los que hay que vigilar para comprobar la agilidad con la que está ayudando a impulsar la transición verde a través de la asignación de capital».

Sigue preocupando que las empresas se limiten a hacer greenwashing , y no centren parte de sus presupuestos en inversión sostenible
Sigue preocupando que las empresas se limiten a hacer greenwashing , y no centren parte de sus presupuestos en inversión sostenible

Los datos y su análisis

Knight señala que este planteamiento lleva a cuestiones complejas en cuanto a la recopilación y medición de los datos de las emisiones. Explica que, para un banco global como HSBC, la evaluación del riesgo relacionado con bienes inmuebles en una región concreta, por ejemplo, precisa un tipo de datos diferente a los que necesita la medición de emisiones de compañías con impacto climático. Para abordarlo, desde HSBC tratan de colaborar con sus clientes desde el principio, para poder ver cómo se pueden gestionar los riesgos relacionados con el clima: “De cara al futuro, tenemos que conseguir movernos en alianza, como una coalición, en vez de confiar en que los líderes avancen y esperar a que el resto les siga», establece.

Políticas que aceleran el cambio hacia una inversión sostenible

Sin duda, las empresas tienen un papel fundamental en este proceso, sin embargo, las autoridades y las normativas también son esenciales para impulsar los avances en este campo. En este sentido, Zoë Knight señala que cuanto más se agilice la implantación de medidas que demuestren el compromiso de los gobiernos con la descarbonización, más rápido empezarán los inversores a creer que el cambio está a punto de producirse y, por lo tanto, comenzarán a adaptar sus modelos de negocio hacia la sostenibilidad, por supuesto teniendo en cuenta la financiación.

Las buenas prácticas que ya funcionan deben guiar a los bancos y otras entidades financieras a ayudar a sus clientes
Las buenas prácticas que ya funcionan deben guiar a los bancos y otras entidades financieras a ayudar a sus clientes

En cuanto al papel de las empresas, Knight considera que tanto los bancos como otro tipo de entidades financieras deben ayudar a sus clientes a partir de las buenas prácticas ya puestas en marcha. Por ejemplo, la  introducción de nuevos productos en el mercado por parte de un cliente puede necesitar ayuda para su posicionamiento en base a la política gubernamental o a los incentivos normativos de los diferentes mercados. O, también puede ser, que los clientes quieran tener más información sobre los intereses de los inversores que están impulsando este cambio. Por ello, “tenemos que entender la posición de nuestros clientes y reflexionar sobre las oportunidades sostenibles que se les presentan, pero también en los riesgos a los que pueden tener que enfrentarse”, concluye Knight.

Carlos Marcos