
Retos para las Entidades Aseguradoras en 2019: entorno normativo
Estamos a punto de finalizar el 2018, y el sector asegurador sigue inmerso en una etapa de cambios sin precedentes. Las entidades aseguradoras se van a tomar las uvas en un entorno regulatorio cada vez más exigente y en continua evolución, preocupadas por la relación con el cliente y bajo la constante amenaza de la disrupción tecnológica.
Pero no hay que ver el vaso medio vacío, el momento que estamos viviendo es único, y es una oportunidad para el sector de innovar, hacer uso de los avances tecnológicos y adaptarse, de forma más eficaz, a la nueva realidad del mercado impulsando la mejora de la eficiencia y la rentabilidad.
En este contexto de renovación, la estrategia de las entidades cobra, si cabe, una mayor relevancia. Por tanto, para afrontar con éxito esta nueva etapa, he intentado compilar los principales retos que no pueden perder de vista en su gestión los Directivos de las Entidades Aseguradoras. Estos desafíos, los podríamos catalogar en las siguientes categorías:
- Retos relacionados con el entorno normativo y regulatorio, que analizaremos en este artículo.
- Retos relacionados con el entorno socioeconómico y con el ámbito digital y tecnológico, que abordaremos en un segundo artículo.
Entorno normativo
El sector asegurador en los últimos años se ha visto arrasado por una avalancha de nueva normativa, que se inició en 2016 con la entrada en vigor de la normativa de Solvencia II. Pero a día de hoy, la implementación de Solvencia II ya nos parece lejana, y el sector se ve abocado a la implementación de nueva regulación contable, de mediación, de protección de datos, de blanqueo de capitales…, cuyos impactos en el seno de las organizaciones está entrañando cambios aún más relevantes.
Entre toda esta nueva normativa cabe hacer una mención especial desde el punto de vista contable a la NIIF 17 y la NIIF 9 sobre la contabilización de los contratos de seguro y la contabilización de los instrumentos financieros, y desde el punto de vista de mediación a la Directiva de Distribución de Seguros (IDD).
NIIF 17: Contabilización de los contratos de seguro
En mayo de 2017 el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB) publicó, tras más de veinte años desde que comenzó el proyecto de esta norma contable, la NIIF 17 sobre la contabilización de los contratos de seguros, cuyo objetivo principal es proporcionar una mayor transparencia y comparabilidad al mercado en lo que respecta a la información sobre la rentabilidad de los contratos de seguros y la situación financiera de las entidades.
La NIIF 17 implica más que un “simple” cambio contable, es una norma compleja que supondrá cambios de gran calado frente a la normativa actual. La nueva norma establece principios que impactarán tanto en la forma de reconocer y medir los beneficios de los contratos de seguros, como en el proceso de cálculo de las provisiones técnicas y modificará la presentación y la información a revelar en los estados financieros de las entidades aseguradoras. Desaparecerá el concepto de primas de la cuenta de resultados y su presentación se asimilará más a una cuenta de resultados por márgenes.
Por tanto, su implementación tendrá un impacto muy relevante en el seno de las entidades, supondrá cambios muy significativos en la estrategia, los procesos y sistemas IT de la entidad y requerirá mayor coordinación entre los distintos departamentos: negocio, finanzas, actuarial, gestión de riesgos y sistemas de información.
La implementación de esta normativa conllevará esfuerzos adicionales en la forma de comunicación interna y externa de las entidades, y su complejidad hará que lleve tiempo entender y asimilar toda esta nueva información por parte del mercado.
La dificultad de implementación de esta norma y la preocupación de los grandes grupos aseguradores de incumplir los plazos establecidos, ha hecho que el regulador europeo haya considerado las peticiones de la industria de ampliar los plazos para su aplicación y haya retrasado su entrada en vigor al 1 de enero de 2022.
En relación a la normativa española, se prevé que esta norma sea transpuesta a la legislación local por parte del Regulador español.
Si bien la entrada en vigor parezca lejana, los grandes grupos aseguradores están dedicando importantes esfuerzos en la formación, diseño, implementación y análisis de impacto de esta nueva normativa asumiéndolo como una oportunidad para rediseñar sus procesos y modernización tecnológica.
NIIF 9: Contabilización de instrumentos financieros
La NIIF 9 surgió como respuesta a la crisis financiera del 2008 y en particular en lo relativo a las debilidades puestas de manifiesto en la identificación del deterioro de los instrumentos financieros, al reconocerse la pérdida en una etapa muy tardía del proceso.
Entre los objetivos de esta norma se encuentran la simplificación de los requerimientos de clasificación y evaluación de los instrumentos financieros, la modernización del proceso de reconocimiento de deterioro, basándose en el modelo de pérdida esperada en sustitución del modelo de pérdida incurrida establecido en la IAS 39, y la mejora en el actual enfoque de contabilidad de coberturas. Por tanto, supondrá un cambio importante en la contabilización y la gestión de los activos financieros de las entidades aseguradoras.
Debido a la interrelación y la consistencia de la evaluación y clasificación de los activos financieros conforme la NIIF 9 y los contratos de seguros que presenta la NIIF 17, la mayoría de las entidades aseguradoras han optado por retrasar la implementación de esta norma hasta la entrada en vigor de la NIIF 17.
IDD: Directiva de Distribución de Seguros
En los próximos meses se va a aprobar la transposición al ordenamiento jurídico español de la Directiva de Distribución de Seguros, que al igual que en el sector bancario, nace con el espíritu de lograr una mayor protección del cliente y de recuperar la confianza del consumidor estableciendo normas homogéneas de funcionamiento para todos los actores del mercado.
Objetivo: IDD
Con objeto de incrementar la protección del asegurado, la nueva normativa de distribución implica un reforzamiento de las obligaciones de gobernanza de las entidades en lo relativo al proceso de diseño, aprobación y control de productos y la prevención de conflictos de interés. También supone un incremento significativo de las obligaciones de información que se debe proporcionar al asegurado previamente a la formalización del contrato de seguro, en particular para los productos de inversión basados en seguros (PRIIPS) e implica unos requisitos mínimos de honorabilidad comercial y profesional y formación continua para los profesionales del sector que distribuyen los productos de seguros.
La implementación de esta normativa está generando impactos tanto en la gestión de las entidades, como en la adaptación de sus procedimientos y sistemas de información a los requisitos de información, documentación y custodia.
Las entidades consideran la protección del cliente como un aspecto clave de su estrategia. La nueva Ley de Distribución es una oportunidad para fomentar y reforzar las relaciones con el cliente, comprender sus necesidades, crear productos más adaptados a las expectativas del mismo y diferenciarse de la competencia.