
Teletrabajo en el extranjero: los efectos de la pandemia
Al inicio de la pandemia, con la irrupción de la covid-19 en la primavera de 2020, muchas empresas tuvieron que enfrentarse por primera vez al teletrabajo, recientemente regulado en España.
Lidiar con esta nueva situación supuso para las compañías afrontar retos distintos según la situación personal de sus profesionales:
- Si trabajar desde casa significaba hacerlo desde diferentes puntos de una misma ciudad o región, e incluso de un mismo país, los problemas se centraban principalmente, en la eficacia del sistema de IT y en la capacidad del equipo profesional para mantener la conectividad.
- Sin embargo, si trabajar desde casa significaba tener que hacerlo desde un país diferente al de la empresa empleadora, era necesario tener en cuenta otro tipo de consideraciones como, por ejemplo, las restricciones de viajes, las cancelaciones de vuelos o la incertidumbre global.
El teletrabajo desde otro país
Si el trabajo en remoto se lleva a cabo desde un país diferente al que se encuentra la empresa empleadora, la compañía ha de tener en cuenta tanto factores corporativos como aspectos personales, como por ejemplo: el cumplimiento de las normativas laborales y referentes a inmigración, permanent establishment, los precios de transferencia, el domicilio del profesional, la seguridad social, el impuesto sobre la renta, la nómina, la pensión y/o las prestaciones laborales.

Afortunadamente, al inicio de la pandemia, muchos gobiernos y organismos internacionales, como la OCDE, respondieron con rapidez ante la nueva situación generada a nivel fiscal en relación al domicilio corporativo y el individual.
Se adoptaron medidas “más relajadas” en cuanto a los desplazados, las cuales permitieron a las empresas afrontar la coyuntura de una manera más cómoda cuando las circunstancias impedían que sus plantillas trabajaran en las sedes físicas establecidas debido a la emergencia sanitaria provocada por la irrupción de la covid-19.
Teletrabajo en el extranjero: ¿necesidad o elección?
A lo largo de estos meses, la evolución de la pandemia ha generado muy diversas situaciones laborales. Mientras que parte de las plantillas temporalmente desplazadas al extranjero han regresado a los países donde trabajaban anteriormente, otras continúan prestando sus servicios de manera remota desde otro países. Las razones son diversas, pero ya no responden únicamente a la emergencia sanitaria.
Muchas personas han descubierto que el teletrabajo les permite cumplir con sus obligaciones de la misma manera que las ejercían desde la oficina, lo que les ha llevado a establecerse de una forma más permanente es sus domicilios localizados en el extranjero, especialmente aquellas que han regresado a sus lugares de origen.
Ante estas nuevas situaciones laborales planteadas por el teletrabajo en el extranjero, es preciso que las autoridades fiscales aborden algunas consideraciones como:
- Si las medidas “de relajación” tomadas al principio de la pandemia se extenderán o repetirán durante la vigencia de la emergencia sanitaria.
- Si estas medidas más laxas se mantendrán una vez que los empleados elijan dónde trabajar, especialmente si lo hacen fuera del país de la empresa empleadora.
- Cómo se determina si la ubicación laboral de un empleado responde a una necesidad o a una decisión personal.
La constante evolución de la pandemia exige a los gobiernos una actualización permanente que permita el desarrollo de la actividad productiva. Mientras, seguiremos con atención y analizaremos los cambios que se produzcan en materia de trabajo y de teletrabajo.
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