Las nóminas y las bases de cotización. ¿Cómo me afectan?
Los empleados, cada final de mes, recibimos un recibo salarial en el que la empresa nos informa de todos los emolumentos percibidos durante el mes, así como las deducciones que se nos han practicado.
La importancia de una nómina correctamente elaborada no es un tema menor. Al margen de las conocidas Inspecciones de Seguridad Social y de la Agencia Tributaria, no hemos de olvidar que la nómina es uno de los temas más sensibles en las organizaciones, como es fácil deducir, un error en la elaboración de las nóminas puede generar un conflicto social grave dentro de la organización, algo no deseado para nadie.
La nómina, como se conoce comúnmente al recibo individual de salarios, que está regulado en la Orden de 27 de Diciembre de 1994, modificada posteriormente, es el justificante de pago que debe hacer entrega el empresario al empleado.
Además de la información relativa a la empresa, al empleado y a las condiciones contractuales (tipo de contrato, categoría, grupo tarifa, el periodo al que hace referencia…) el recibo de salario consta principalmente de los devengos (aquellas cantidades que se abonan al empleado, según su convenio colectivo y contrato de trabajo) y las deducciones (principalmente las aportaciones a la Seguridad Social y las retenciones del IRPF). La diferencia entre ambas cantidades arroja el neto a percibir por el trabajador.
Es importante recordar que la suma de todas las percepciones tanto sean dinerarias o en especie, con las pocas excepciones previstas en la normativa después del ajuste provocado por el RD 16/2013 (dietas y gastos de locomoción, gastos de estancia, algunas indemnizaciones…), conforman la base de cotización. La base de cotización es la cantidad sobre la que se aplican los tipos de cotización, tanto para la empresa como para el trabajador, y es la cantidad punto de partida para iniciar los cálculos para las posibles pensiones y prestaciones a las que el trabajador pudiera tener derecho en un futuro. Es decir, sobre ella se aplican unos % que marcarán la cuota a ingresar tanto por la empresa como por el trabajador en concepto de Seguridad Social; y además, será la principal referencia a la hora de calcular las pensiones y prestaciones.
Por tanto, si la empresa no aplica correctamente las directrices salariales y laborales establecidas en el ordenamiento jurídico y en los convenios colectivos, además de generar hoy unas aportaciones erróneas en nuestro sistema de Seguridad Social (Sistema de Reparto), puede provocar graves desajustes en las futuras pensiones y prestaciones de los trabajadores.
Por tanto, ante la complejidad actual del ordenamiento social y fiscal vinculado al recibo de salario, resulta imprescindible que la empresa elabore los recibos de salario correctamente y aplique correctamente las retribuciones flexibles, los seguros, los topes exentos de las dietas, los topes de ticket restaurantes, etc.
El hablar de las bases de cotizaciones nos conduce inevitablemente al debate político del incremento de los topes de cotización como una de las posibles soluciones ante la temida “Quiebra del Sistema de Seguridad Social”.
¿Qué sucederá si como plantea el actual Gobierno se incrementan de un 10 a un 12% la base máxima de cotización? Supondrá ello también un incremento de la pensión máxima de jubilación?
Quizás la opción más sencilla es continuar en la senda marcada por el propio Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, ejerciendo un mayor control sobre las empresas para poder garantizar una lucha efectiva sobre el fraude social y un correcto cumplimiento de la normativa laboral.
Actualmente, con los Recibos de Liquidación conciliados con la Tesorería General de la Seguridad Social y la elaboración del Fichero CRA, la Seguridad Social dispone de toda la información necesaria para poder ejercer ese control sobre la empresa y en caso de detectar anomalías, dar parte a Inspección de Trabajo.
Por tanto, y en conclusión, cuando reciba su próximo recibo de salario, es recomendable antes de guardarlo en el archivo, verificar la correcta elaboración del mismo, ya no sólo por Hoy, sino por lo más importante, el Mañana.